18 feb 2011

Comentemos un poco de Glee


La serie musical de instituto norteamericano nos tiene acostumbrados a un ingenio en el guión, y en el tratamiento de personajes, de tal calidad que por eso se convirtió el año pasado en éxito mundial.

Pero, de vez en cuando, y siempre amparado bajo esa "doble moral" famosa, nos traen contenidos que pasan casi desapercibidos. Como ejemplo, el último capítulo que hemos visto, el número 13 de la segunda temporada.

Durante la primera mitad del capítulo pensábamos que era el que le decicaban a ese niño de 16 años, pero en un contexto que hablaba de la grandeza épica de un himno. Si ya habían dedicado capítulos a Madonna, Lady Gaga y Britney, no sé a qué viene hablar de que las composiciones de Justin Bieber tienen algo que ver con himnos que pasarán a la historia.

Pero, de pronto ("porque las cosas más extrañas ocurren así; de pronto"), dos de los personajes femeninos, Mercedes y Rachel, comienzan a cantar una de las canciones más coreadas por los fans de Rent; musical que trata, entre muchas otras cosas, el SIDA. Y, de una manera elegante, con una canción estupenda, convirtieron un capítulo que estaba siendo de lo más normal en un capítulo de Glee, una mezcla insólita de continente y contenido a muchos niveles.

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