15 abr 2011

Diario de una resaca emocional

Es muy curiosa la resaca, sobre todo esos minutos en los que decides si seguir durmiendo o arrancarte la cabeza, porque cuando mentalmente repasas la noche anterior, si es que puedes o te atreves, te das cuenta de que has vuelto a cometer los mismos fallos etílicos, y no me refiero a no cenar nada antes de beber, o mezclar, sino a errores emocionales, los cuales te habías prohibido repetir, como "flirtear" con tu amigo hetero (el cual lo ve como un halago y le viene muy bien para su ego, el que me dediqué a felar como una profesional), volver a ver a ese chico tan mono al que no ves desde hace 2 meses, y el cual, de repenete, es muy simpático y adorable y con el cual empiezas a fantasear y a montarte tus películas y al que NO LE HAS DADO TU TELÉFONO y, evidentemente, no te va a llamar (Cristo, tenemos que ir al Círculo a buscarlo, ¿y si es mi futuro marido?), o intentar ligar con mi futuro marido (no el de antes, sino el que me ha buscado mi madre), y comenzar hablando de mis paranoias con el cine y como me ha obligado a buscar el amor romántico (cari, así no va a querer volver ha hablar conmigo, de hecho, quizás me ponga una orden de alejamiento). Así que (momento Carrie) ¿Por qué cometemos siempre los mismos fallos etílico-emocionales? ¿Por qué me resulta tan complicado hablar con los tíos, y cuando consigo hacerlo, la meto hasta el fondo (y no estoy hablando de lo que realmente me gustaría meter)? y, realmente es mi duda existencial, ¿Dónde coño está mi cita americana? y por favor, no respondas "en América".


PD: Siento que se me va la cabeza cuando fijo la mirada en la pantalla,y tengo náuseas. Creo que hoy llego a la 36 (al menos algo positivo de este estado de "mala esperanza")

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